¿Qué es la circularidad en la moda?

Generalmente, la industria de la moda es lineal. Esto significa que las materias primas se recolectan, se convierten en productos, se usan brevemente y luego se desechan en un vertedero. Sin embargo, las prendas no siempre fueron tratadas de esta manera. La globalización, el aumento de la competencia y el aumento de la mentalidad consumista han llevado a ciclos de moda más rápidos, lo que ha resultado en que la moda rápida y desechable se convierta en la norma.
 
Actualmente, menos del 1% de la ropa se recicla o se utiliza para confeccionar ropa nueva, según la Fundación Ellen MacArthur. En cambio, normalmente termina inmediatamente en el vertedero, lo que es un ejemplo de economía lineal. En ocasiones, se recicla para convertirlo en artículos como relleno de colchones y, aunque prolongar la vida útil de los materiales es bueno, eventualmente termina en el vertedero.

Los impactos negativos de las prendas de vestir en los vertederos son enormes, desde la pérdida de biodiversidad hasta las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación por microplásticos. La circularidad es un nuevo enfoque de la moda que elimina esos efectos y poco a poco está siendo adoptado por la industria. Es una forma más reflexiva de producir ropa y gestionar el final de su vida. Para que la moda se vuelva verdaderamente circular, la sostenibilidad debe estar arraigada en todos los aspectos de un producto:

 

1. Diseño

La etapa de diseño es crucial para la circularidad en la moda. Existe una nueva práctica llamada eco-diseño, que consiste en diseñar las prendas de manera que se considere el impacto ambiental del artículo durante todo su ciclo de vida. Los productos deben diseñarse de manera que sean duraderos, pero el diseño sostenible es algo más que que el producto físico dure mucho tiempo y que el artículo esté fabricado con materiales reciclables. También significa diseñar para la durabilidad social, de modo que la prenda no pase de moda a medida que cambian las preferencias y tendencias sociales.

 

2. Producción

Cuando se produce el artículo en sí, se debe utilizar energía renovable, se deben evitar materiales vírgenes y se deben considerar los impactos a largo plazo del producto en cada aspecto de su fabricación. Por ejemplo, todos las piezas metálicas y adornos deben ser fáciles de quitar y reutilizar, y los tintes y acabados deben ser seguros y reciclables.

 

3. Vida útil

Los artículos deben estar hechos para durar, tanto desde una perspectiva sociocultural como física. La ropa debe usarse durante el mayor tiempo posible o mantenerse en circulación mediante métodos como la reventa, la reparación, el intercambio de ropa y el reciclaje.

 

4. Reciclaje

Una vez que un artículo ya no se puede utilizar, se debe reciclar. La tecnología en esta industria está mejorando, lo que significa que las prendas ahora pueden convertirse en fibras de calidad similar a los materiales vírgenes. Cada vez más empresas de ropa están introduciendo programas de reciclaje, pero aún se necesitan cambios sistémicos y avances masivos en el reciclaje para que esta etapa de la economía circular funcione correctamente.

 

5. Desperdicio inevitable

Debido a que todos los materiales deben ser biodegradables o compostables, si hay desechos de cualquier etapa de producción, no deberían ser dañinos para la tierra.

 
 
 
En resumen, en la moda circular los productos deben diseñarse para que puedan usarse más y durante más tiempo, fabricarse de nuevo y fabricarse con materiales seguros, reciclados o renovables.
 
 
Los consumidores pueden desempeñar un papel importante a la hora de ayudar a crear una economía de la moda circular. Al realizar compras bien pensadas y apoyar a empresas cuyos valores y acciones se alinean con la circularidad, se crea demanda de productos sostenibles y se acelera un cambio más amplio en la industria.
 
 
Además, los consumidores pueden tomar decisiones más conscientes sobre qué hacer con los productos una vez que terminan de usarlos. Por ejemplo, en lugar de desechar la ropa vieja, considere participar en un intercambio de ropa o encontrar un centro de recolección confiable que recicle la prenda.
 
 
La circularidad generalizada en la moda es posible, pero depende de que tanto las empresas como los consumidores se dediquen a priorizar la sostenibilidad en todos los aspectos del ciclo de vida del producto.

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